Contra Sudáfrica la verdad que fui seguro y sabía que íbamos a ganar por goleada, con mis amigos gritamos el primer gol de Forlán, era el comienzo de algo grande.
Con México como rival no estaba tranquilo, pero tampoco preocupado porque nos servían dos resultados y a ellos también, aunque preferían ganar para no cruzarse con Argentina.
Corea del Sur dio la impresión de ser un equipo fácil al ir ganando a los 8 minutos, pero después de unos intensos contragolpes a gran velocidad llegó su gol y entre ese y el de Suárez mis ojos se llenaron de lágrimas, la garra lo puede todo.
¡Ghana, Ghana, Ghana! el partido de mí vida }, sufrí hasta el último momento.
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