Un día antes del partido, mi familia y yo viajamos hacia Río Branco. Yo no quería porque mi cábala era mirar el partido con Majo Arostegui, pero no me dajaron quedarme en su casa. Cuando llegamos queríamos comprar ropa en el lado brasilero, pero estaba todo cerrado porque Brasil estaba jugando contra Holanda. Como no encontramos nada, fuimos a comer. En el restaurant todos estaban viendo el partido y era gracioso escucharlos porque no entedía que decían. Luego de comer fuimos a la ciudad porque mi hermana se quería comprar una camiseta de Suárez. Fuimos al lado uruguayo y me emocioné al ver todas las bufandas, las camisetas, ¡Ya quería ver el partido!. Le pedí a mi padre que fuéramos a alquilar una casa para ver el partido y dormir. Cuando llegó la hora tan esperada, mi padre y yo nos sentamos en la cama y mirábamos extasiados la previa, mirar a mi padre gritar el gol de Uruguay me emocinó porque nunca lo había visto tan eufórico. Luego, vinieron las hermosas manos de Suárez que salvaron a la selección de quedar eliminada. Por último, los penales. "Morí" cuando vi a Muslera atajarse los dos penales. Yelliana Recalde 2º3
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